10/9/11

Ni tan revolucionario


Estoy en paro hace aproximadamente 3 meses, o un poco más, soy estudiante de una universidad estatal, con crédito y endeudado con el estado por unos cuantos millones de pesos. Estoy totalmente de acuerdo con que Chile merece y necesita una educación gratuita, entonces se puede decir que apoyo al movimiento estudiantil, pero a mi modo.
A mi modo también hago muchas otras cosas: soy católico a mi modo, de centro izquierda a mi modo también, un buen hijo a mi modo, si hasta cocino a mi modo; uno se sorprende cuando empieza a cuestionar cuantas cosas hace de forma completamente personal. Pero es que no todos nos podemos identificar con algo de forma común, aquí es donde entran en juego las palabras diversidad y subjetividad.


Bueno, volviendo a lo de mi paro, en estos 3 meses he estado justificando en mi cabeza el por qué no participo activamente en el movimiento, y las conclusiones la verdad las saqué hace bien poco. Creo que estamos condicionados para justificarnos, porque lo único que sonaba en mi cabeza eran frases como: “Pero que voy a estar haciendo yo en la toma”, “igual mi tiempo revolucionario ya pasó”, “ni ahí con las asambleas, siempre los mismos temas, siempre los mismos, que lata”.
Pero algo hizo que de la nada mi opinión cambiara, empecé a notar que se estaba formando un movimiento real, comprometido y organizado, ya era más que esas protestas por el pase escolar cuando yo era mechón, y empecé a entusiasmarme, empecé a disfrutar de que mis amigos más reacios estuvieran de acuerdo, empezó a agradarme que hasta mi mamá apoyara la causa; aunque a su manera también.
En ese momento empecé a pensar qué es lo que puedo hacer yo, que desde mi casa también podía ser parte, a veces sin siquiera moverme de mi cama; podía buscar y difundir desde mi Facebook, podía pararme en mi ventana con mi olla y “cacerolear”, y más de una vez podía también ir a una marcha, tal vez ahí, en la diversidad de apoyos, está el éxito del movimiento.
De cada iniciativa podemos sacar miles de formas de aportar, de cada idea cientos de modos de interpretar y aplicar, el punto es no quedarse con solo ideas, hacer algo, a tu modo; yo escribo estas líneas, revolucionario, pero a mi modo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola!
Gracias por tus comentarios.