25/9/11

Ensayos de independencia



Hace ya varios años, que dejé de vivir con mis papás, me fui a estudiar, y claro todavía cuento con el apoyo económico de ellos, pero puedo decir orgullosamente que “vivo solo”. Pero claro, solo al momento de decirlo me doy cuenta realmente la magnitud de aquella frase, en que me declaro completamente autosuficiente frente a la vida.




De todo este tiempo  en que “vivo solo”, debo admitir que no los he trabajado completamente, siempre está la excusa de “ahhh pero si estoy lleno de cosas en la U”, “si me pongo a trabajar no voy a rendir bien en las dos cosas” o simplemente “que lata, si igual con lo que me dan mis papás me alcanza”, y bajo ese punto de vista, ¿qué autonomía tengo?

Tal vez  he vivido auto engañado todos estos años,  realmente no vivo solo, simplemente ya no vivo con mis papás…  que claro, tiene sus beneficios, la tan anhelada frase “mi casa, mis reglas”, es algo que realmente puedo decir, yo mando en mi casa, mi mamá también podría, pero está lo suficientemente lejos como para no meterse tanto.

Y que me queda, esa falsa idea de autonomía, o seudo autonomía que claro, alimenta mi fantasía de dejar atrás las cadenas de la opresión familiar e “independizarme”,  personalmente lo veo como un ensayo, un amago de autofinanciamiento, cuando ya tenga que vérmelas obligatoriamente por las mías completamente, ya no me va a ser tan difícil, es un punto ganado ante los que nunca han salido de la casa de sus papás.

En resumen: vivo solo, con auspicios, pero solo, aunque muchas veces me muero por tener a mi madre cocinándome todos los días, no mi menú de fideos y arroz, la cama hecha antes de llegar a dormir en el colchón , la loza lavada sin rumas como edificios , desayuno en la cama y no simplemente levantarme para almorzar… esas cosas que en las casa hacen, que las familias llevan practicando tantos años…  me dio nostalgia, creo que iré a ver a mis papás.

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