Como un Dios Griego

Toda mi vida me han gustado las divinidades griegas… en mi casa había un libro gigante, que tenía de todo un poco; y al final, traía la historia de los principales dioses y héroes.

Personalmente crecí en un lugar en el que el catolicismo era “LA religión”, pero encontraba tan genial la idea de que cada aspecto de la vida tuviera un dios que lo manejase con total independencia, que –llámenme hereje- me encantaría que esos tiempos volvieran.

Pero ¿qué pasaría si esos dioses fueran reales?, está claro que su inmortalidad los habría hecho trascender en el tiempo, con sus virtudes y defectos que se han plasmado en nosotros los humanos.
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Sin duda habrían héroes y villanos, Hércules sería el mejor empleado de la CIA, y claro ya no estaría cazando hidras ni leones, sino que arrestando terroristas en Medio Oriente. Perseo sería un ambientalista encadenado por revelarles a los hombres cómo autogenerar electricidad, arruinando casi por completo las transnacionales de Zeuz.

Ades se habría transformado en el dios de los dioses, ya que en las profundidades del infierno encontraron los más gigantescos yacimientos de petróleo del mundo, sería tan poderoso que trasladaría el monte Olimpo hasta la Zona Cero de Nueva York, desde ahí podría controlar la bolsa mundial.

Afrodita sería una estrella de cine, popular por su extraordinaria belleza, su lujosa mansión estaría en Hollywood, justo al lado de la de Brad Pitt y Angelina, luego claro, de divorciarse del pobre Vulcano, no es muy chic salir en las portadas con un deforme, su nuevo novio, el rockstar Apolo (7 siglos menor que ella) era una mucho mejor dupla.

Para que hablar de las andanzas de Dionisio, sus noches interminables de parranda con Lindsay Lohan , las incontables multas por conducir bajo estado de ebriedad, sus arrestos por tráfico de estupefacientes y sus idas y venidas en las clínicas de rehabilitación.

Y mientras tanto, ¿Qué pasaría en Grecia?; no habría cambiado mucho, seguiría en crisis económica, los antiguos templos estarían igual de abandonados, es que es mucho mejor ver las lujosas mansiones en Hollywood, París o Dubái, o las más excéntricas, como la de Gea en el centro del Amazonas o la de Atenea en el Himalaya.

Si los mitos y leyendas fueran reales y actuales, no sé si me gustarían lo mismo, en vez de leerlo en un libro bastaría con comprar una revista, serían como la monarquía europea o la farándula gringa… están mejor en el pasado, custodiados por el tiempo que no los puede distorsionar.